Para quienes me conocen, saben que no le doy a ninguna religión importancia sobre otra. No soy religioso en el sentido coloquial de la palabra, pero si considero que todas las religiones contienen grandes enseñanzas filosóficas que pueden servirnos para nuestro crecimiento personal. También se debe considerar el contexto histórico en el que una religión se establece, el contexto geográfico y analizar el mito fundamental que la sostiene.

En este caso, haciendo referencia a la educación religiosa bajo la que crecí, haré un paralelismo con el mito religioso cristiano y el Tarot de Marsella, teniendo en cuenta que posiblemente en el momento en que el Tarot de Marsella surgía, aproximadamente entre el s. XIV y el s.XV, el cristianismo estaba atravesando una crisis: había comenzado la desaparición del régimen de cristiandad, y el nacimiento del espíritu laico. Y en el Tarot, podemos ver que en varias de sus imágenes aparecen símbolos pertenecientes al imaginario cristiano (cruces, ángeles, etc.) incluso personajes como el arcano V, El Papa, el arcano XV, El Diablo, o la maravillosa carta de La Papisa, arcano II, que coincide con el mismo momento histórico en que la mujer comienza a acceder a círculos culturales, religiosos, políticos y económicos que hasta ese entonces, sólo eran exclusivos para hombres.

En la popularización del mito cristiano tal cual lo conocemos hoy, se dice que Jesús fue crucificado, murió en la cruz a los 33 años de edad, fue ingresado en el sepulcro y a los 3 días resucitó como el Cristo. Esta escena se puede ver representada en la suma de los arcanos XIII, conocido también como La Muerte, y el arcano XX, El Juicio. El arcano XIII podría estar representando el momento de muerte, y el arcano XX, la resurrección.

Metafóricamente hablando, la muerte y la resurrección forman parte de procesos que solemos atravesar alguna vez en la vida, en alguna situación. Considero que la propia vida es una sucesión de pequeños nacimientos, muertes y resurrecciones que van forjando nuestra sabiduría. ¿Cuántas veces hemos sentido que moríamos, o que queríamos morir frente a algo que nos estaba sucediendo?, ¿cuántas veces nos sentimos acabados, abatidos y sin fuerzas para vivir?, y ¿cuántas veces hemos resucitado?, ¿cuántas veces hemos resurgido como el fénix?

El arcano XIII o el arcano sin nombre (la muerte), nos sumerge a reflexionar sobre qué es lo que muere cuando sentimos que morimos. El que no lleve nombre, ¿nos estará sugiriendo que lo que muere es alguna identidad?, ¿algo con lo que nos identificamos que ya no existe, o que ya no nos sirve?. Y el arcano XX, El Juicio, ¿tendrá que ver con la trascendencia de esa identidad?, ¿El descubrir que más allá de esa “pérdida”, podemos seguir adelante?

Lo curioso de este paralelismo, es que la suma numerológica del arcano XIII y el arcano XX dan como resultado XXXIII (33), que corresponde a la edad en la que Cristo muere y resucita. Y si ampliamos la mirada sobre los arcanos mayores, entre El Colgado, arcano XII, y el Juicio, arcano XX, podríamos hacer otros paralelismos con esta misma parte del mito, como por ejemplo:

Arcano XII, El  Colgado: arquetipo del mártir, podría representar claramente el momento de Jesús-Cristo en la cruz.

Arcano XIII: la muerte de Jesús.

Arcano XIII, Templanza: “Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;  y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.”

Arcano XV, El Diablo, “Cristo descendió a los infiernos”.

Arcano XVI, La Casa Dios, o La Torre, ” Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella” – “Y hallaron removida la piedra del sepulcro.”

Arcano XVII, La Estrella, “Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro”.

Arcano XVIII La Luna, Arcano XVIIII El Sol, “pasaron tres días y tres noches.”

Arcano XX, El Juicio: La resurrección, “Jesús es llevado al cielo.”

En otros escritos, profundizaremos en la interpretación metafórica que estos pasajes bíblicos pueden aportarnos en nuestra vida, como reflexiones útiles para comprender-nos.

Gabriel Alejandro Lumière